Fue el presidente lambayecano Augusto Bernardino Leguía, quien mando construir la plaza de armas con material de mármol y en cada esquina un obelisco para prennizar a los preclaros próceres que lucharon por la independencia del yugo español.
La plaza tiene una singular característica, en la pileta aparece la esfinge de una mujer denominada Venus, que simboliza la belleza de la mujer lambayecana. En el contorno de la plaza aun se prenniza la vivienda de don Augusto B. Leguía, el casino militar, el museo de zoología, el palacio municipal, la Iglesia San Pedro y las oficinas administrativas de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo.
La Venus Lambayecana |
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